Hace unas cuantas noches haciendo zapping me topé con algo que me dejó tan sorprendida como indignada, pero sólo por un momento porque enseguida pensé que parecía yo nueva a estas alturas soprendiéndome e indignándome ante la última ocurrencia de Telecinco.

Aun así boquiabierta me quedé al ver a su último fichaje estrella, esa gran incorporación a un programa llamado “Cazamariposas” que, por cierto, no tenía el gusto de conocer. La nueva estrella mediática es todo un portento. Se llama Isa, así a secas porque la chica es tan importante que al parecer no necesita más nombre artístico que Isa y tampoco requiere mucha más explicación su sección, que por supuesto se llama simplemente “Yo soy Isa”.

Los presentadores, en un plan pelota que resultaba tan hipócrita y forzado que daba náuseas, presentaban a bombo y platillo a la tal Isa, asegurando que su participación iba a ser todo un bombazo para el programa. Se trata de una sección en la que la gran Isa, ayudada por un grupo de asesores, va a mostrar las últimas tendencias y estilismos en su propio cuerpo, que para eso es Isa.

No piensen que esta nueva estrella de Telecinco es alguna conocida modelo o diseñadora o estilista…Es simplemente (o como diría Telecinco, nada más y nada menos) “Chabelita”, vamos, la hija de Isabel Pantoja. Sí, la misma Chabelita que ha ocupado en los últimos meses portadas de revistas y horas de televisión por haberse quedado embarazada.

Es este acontecimiento, de hecho, el que la ha encumbrado a la primera plana de la telebasura, la que le ha hecho ascender de manera meteórica y acumular méritos a la velocidad de la luz para ganarse un puesto en una cadena que cada vez me extraña menos que sea conocida como “Telecirco”…

Cuando ojiplática observaba este momentazo televisivo comprobé cómo la tal Isa, con los hombros semiencogidos y sin apenas saber expresarse, aseguraba que lo iba a hacer lo mejor posible y que estaba muy agradecida con ese papel en el programa. Cómo para no estarlo. Esa gran diosa de la oratoria y de la televisión va a cobrar la friolera de más de 7.000 euros al mes.

Recuerdo los años, no hace tanto, de la batalla campal entre Isabel Pantoja (madre de Isa) con Telecirco, demanda va, demanda viene. Pero como la pela es la pela, desde que la cosa empezó a apretar económicamente hicieron pelillos a la mar y en poco tiempo ha conseguido colocar la tonadillera a Paquirrín y a Chabelita, o a Kiko e Isa, como prefieran.

Se me olvidaba contarles que en todo este espectáculo bochornoso la culpa no es de Telecirco ni de la Pantoja ni de sus retoños, ni siquiera de esos presentadores que daban todo su apoyo a Isa y decían estar muy orgullosos de contar con ella en el programa. La culpa es del respaldo de una audiencia que parece que busca esto, que increíblemente ve a Isa y le interesa lo que esta niña pueda decirles, aunque sea digno de la televisión más cutre que se puedan imaginar.

Mientras los números les salgan en cifra de “share” no nos libraremos ni del “Cazamariposas” ni del estercolero llamado “Sálvame” en todos sus formatos ni de los dichosos “tronistas” ni de tantos otros programas lamentables que llenan los bolsillos de una cadena que está sabiendo explotar como nadie este formato de telebasura que demasiada gente quiere.