Radiante procesión del Corpus en Bailén
Este domingo, las calles adyacentes a la iglesia de San José Obrero amanecían vestidas de colores, flores y altares para lucir su mejor cara ante la procesión del Corpus Christi. Como broche de oro a las celebraciones del cincuentenario de la consagración del templo, la parroquia del Barrio Nuevo organizaba los pormenores de tan importante cita para mayores y, especialmente, para los pequeños que este año han recibido su primera comunión.
La procesión de la Custodia comenzaba al terminar la eucaristía, que estuvo protagonizada por esos niños y niñas que acompañaban al Santísimo Sacramento con los tradicionales ramos de flores por las calles que los vecinos engalanaron a lo largo de la noche y la madrugada para tener a punto una trabajada decoración que diera mayor realce, si cabe, a la procesión. Además, los ciudadanos tenían la oportunidad de depositar alimentos no perecederos en los altares que tanto las cofradías como los vecinos, así como la propia parroquia, dispusieron en distintos puntos del recorrido. Alimentos que serán después entregados a Cáritas.
Los costaleros de la Cofradía de los Siervos de Jesús a su entrada en Jerusalén y Nuestra Señora de la Piedad fueron los encargados de portar el Santísimo Sacramento por las calles, al ritmo de los sones de la Banda de Música de Bailén. La corporación municipal y las diferentes cofradías de Pasión y Gloria completaban el cortejo en este domingo de Corpus Christi que acabó con una comida de hermandad para la feligresía de San José Obrero. Una jornada de convivencia que, además, sirvió para despedir al párroco D. José Antonio Balboa quien, como ya se anunciara, termina su andadura en el templo bailenense.