Pregón, fuegos y alumbrado en el primer día de las Fiestas
«33 años de vida y ni un sólo segundo de ellos sin saberme y sentirme bailenense de los pies a la cabeza y gran amante de mi pueblo». Con estas sencillas pero directas palabras se dirigía el pregonero de las Fiestas Conmemorativas del 207 aniversario de la Batalla de Bailén a los vecinos que se congregaron en la plaza de la Constitución para asistir al acto oficial de inauguración de los días festivos.
Manuel Sánchez Rodríguez, primer sacerdote que pregona las fiestas, cambiaba este viernes los ambones de sus parroquias por el balcón central del consistorio para pregonar tan importantes celebraciones. Un pregón emotivo, cargado de recuerdos, vivencias y con guiños a familiares, vecinos, amigos, ejército y, por supuesto, a la patrona de la ciudad. Pocas cosas le quedaron en el tintero a Sánchez Rodríguez, que llegó a cada uno de los presentes con una digna oratoria y unas palabras que salían del corazón, dirigidas no sólo a dignificar a su pueblo, sino también a alentar a los bailenenses, valientes guerreros, en momentos de dificultad. Orgulloso del cargo, asumiendo la responsabilidad del pregonero y emocionado por el privilegio, Manuel Sánchez inauguraba con sus palabras las Fiestas de Bailén. Junto a él permaneció el alcalde de la ciudad, Chiqui Camacho, para imponer el escudo de la ciudad y felicitarle en nombre del pueblo de Bailén.
Tras los «chupinazos», Camacho declaraba inauguradas estas jornadas festivas y acompañaba al pregonero para firmar el libro de honor del consistorio. Después, junto a la corporación municipal y la banda de música, se dirigían hacia el Paseo de las Palmeras para proceder a la inauguración del alumbrado extraordinario. Después, uno de los actos qué más gustan a los bailenenses: el espectáculo piromusical. Las casetas, los «cacharritos» para los más pequeños, los puestos de comida y «chatos» y las tómbolas encendían sus luces para acompañar a los bailenenses en esta primera noche de las Fiestas Conmemorativas de la Batalla de Bailén.