Palmas y ramas de olivo para recibir a Jesús a su entrada en Jerusalén
Entre palmas y olivos, la figura de Jesús a su entrada en Jerusalén recorría a hombros de sus costaleros las principales calles de Bailén en la mañana de este Domingo de Ramos con el sol como testigo. «La Mulica», como cariñosamente se le llama en este municipio, anunciaba a los ciudadanos el comienzo de la Semana Santa, iniciando las conmemoraciones del pueblo por la pasión, muerte y resurrección de Jesús.
Los bailenenses, un año más, no han faltado a su cita con la cofradía bailenense más joven, llenando de vida la ciudad que se coloreaba de rojo y blanco. La cofradía de los Hermanos de Jesús a su entrada en Jerusalén realizaban con normalidad su estación de penitencia con la compañía de algunos pequeños hebreos del colegio Sagrado Corazón. Tras ellos, penitentes, mantillas blancas con flores rojas en las manos, el párroco Manuel Sánchez, representantes de todas las cofradías de Pasión y Gloria de Bailén y de la agrupación y la corporación municipal, encabezada por Simona Villar, a los que se sumaban representantes de la Guardia Civil y la Policía Local.
Treinta y siete costaleros al compás de su capataz, José Manuel Martínez, conducían con paso elegante a través de las calles a «La Mulica», con los acordes de la Banda de Música de Bailén marcando el ritmo y bajo la atenta mirada del presidente de la cofradía, Mariano García, llevando la catequesis a pie de calle y recordando a los bailenenses que la Semana Santa ha comenzado.