Miles de bailenenses, testigos del Saludo entre Nuestro Padre Jesús y la Virgen de los Dolores
Miles de bailenenses se echaban este sábado a la calle para vivir de cerca el tradicional y emblemático saludo entre Nuestro Padre Jesús Nazareno y la Virgen de los Dolores. Uno de los momentos más especiales para los cofrades de la localidad, que ven el encuentro entre estas dos imágenes tan veneradas y comienzan a marcar en su calendario la cuenta atrás para el inicio de la Semana Santa.
Minutos después de las cinco de la tarde, la imagen de la Virgen de los Dolores salía de la ermita de la Soledad para ver a su pueblo y, llevada a hombros por sus costaleros, recorrer las pocas calles que le separan de su hijo. Sería al borde de las seis de la tarde cuando el Nazareno dejaba también su casa para ir al encuentro de su madre portado por sus hermanos de la cofradía. Con pasos firmes guiados por sus capataces y arropados por la multitud que se congregaba en la calle, Jesús «el Viejo» y la Dolorosa llegaban a su cita en la Plaza de la Constitución para vivir este «saludo» entre madre e hijo con miles de ojos de ciudadanos emocionados y los rayos de sol como testigos.
Allí, acompañados por los sones de la Banda de Nuestro Padre Jesús y la Unión Musical Bailenense, se vivía el que muchos consideran casi el inicio de la semana de Pasión y Gloria. Aplausos y»vivas» de los ciudadanos para expresar no sólo su devoción por estas imágenes, sino el agradecimiento al esfuerzo de los costaleros. Momento especial el que se vive en la popular Plaza del Reloj cuando el pueblo guarda silencio para escuchar a los costaleros de la Virgen de los Dolores entonar la «Salve» mientras suena la marcha «Triana de Esperanza».
En torno a las siete de la tarde, madre e hijo partían hacia la Iglesia de la Encarnación, donde de nuevo los bailenenses se agolpaban para ver llegar a «casa» a las imágenes. Otro de los momentos más significativos lo protagonizaba la entrada de Nuestro Padre Jesús Nazareno, con sus costaleras entonando el himno de la Cofradía.