Volvemos de nuevo a Estados Unidos donde allí se encuentra otro bailenense. Se trata de Martín Montenegro Cabrera de 36 años que trabaja como profesor en el país americano. Reside actualmente en Tulsa, Oklahoma, situada en el medio oeste de Estados Unidos, en el corazón de la conocida Ruta 66. Tulsa es la segunda ciudad más grande del estado de Oklahoma, siendo esta una zona de gran riqueza petrolífera y frecuentemente azotada por los tornados. Esta ciudad de más de 400.000 habitantes también es conocida cariñosamente por la serie “Friends”, ya que fue el destierro de Chandler por quedarse dormido en una reunión.

Conozcámos un poco más a Martín…

¿Qué te hizo salir de Bailén?
Cuando llegó la crisis trabajaba como técnico de medio ambiente en el centro Innovarcilla de Bailén, y debido a ella tuve que salir a buscarme la vida, primero a Madrid y después a Málaga, donde conocí a mi esposa. Es ella la que me embarcó en la aventura americana.

¿En qué trabajas?
Mi trayectoria ha ido evolucionando en los últimos años, y ha pasado de técnico de medio ambiente a técnico de catastro, para dar un giro final en EEUU hacia la docencia. En el colegio americano donde trabajaba mi mujer me ofrecieron un puesto como profesor de apoyo de niños con necesidades especiales. Ha sido una experiencia difícil pero muy gratificante, y el cariño de los niños, casi todos de familias muy humildes, es una gran recompensa. La gran oportunidad la tendré el próximo curso, ya que trabajaré como profesor de una clase de un programa dual de cuarto grado.

Para quien no te conozca, ¿quién es tu familia o cómo te conocen en Bailén?
Mi padre es Antonio Montenegro, de la calle Moredal y mi madre María Teresa Cabrera, criada en la calle Independencia.

¿Te planteas volver en algún momento a Bailén?
En los próximos años seguiré por Estados Unidos, mejorando el inglés, creciendo profesionalmente y viajando por este gran país, pero siempre volveré algunos días en verano. A medio y largo plazo lo veo complicado pero nunca se sabe las vueltas que te da la vida. Bailén es mi ciudad y siempre la llevaré en el corazón.

¿Qué es lo que más echas de menos de tu pueblo?
La familia, los amigos, “echar la ligá”, el club de tenis de Bailén y sus torneos, en los que siempre daba guerra. También he disfrutado mucho corriendo la carrera de Zocueca.

Desde el extranjero, ¿se conoce Bailén?
En el corazón de Estados Unidos apenas conocen lo que existe más allá de sus fronteras. Para muchos situar España en el mapa es toda una proeza, aunque los que conocen o han escuchado hablar del sur, lo ven como un destino paradisíaco. El aceite de oliva también es un gran embajador por sí mismo de Jaén y por ende de Bailén.

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