Los problemas económicos ponen en peligro al Hotel Bailén
El que fuera el Parador Nacional de Bailén y, en su día, un gran vivero para profesionales, hoy se desvanece. Se trata del Hotel Bailén, que tras 19 años vive sus momentos más críticos. Los problemas económicos por los que atraviesa el reputado hotel, que desde marzo dirige Pedro Torres, hacen que hoy día tenga problemas incluso con el suministro eléctrico.
El Hotel Bailén cuenta con 80 habitaciones y mantiene las mismas instalaciones que en su día ofrecía el Parador Nacional, que contaba con el complemento de una pista de padel, la cual hace varios días ha sido desmontada.
Hay que recordar que la cesión de las instalaciones a la sociedad que hoy gestiona el Hotel Bailén finaliza a finales del presente año, es por ello que desde el consistorio bailenense se aprobó hace unos meses una moción de la Agrupación Independiente de Bailén para convertir el antiguo parador en un centro geriátrico.
Denuncias
Sin embargo, los rumores empiezan a ser verdad y ya comienzan a conocerse impagos a proveedores o ex trabajadores. Son los casos de Rosa Rodríguez, Dolores Pastor y Teresa Polaina, que tras más de una década trabajando al servicio del Hotel Bailén se han visto «engañadas». Aseguran que les deben cantidades importantes de dinero entre 3.000 y 900 euros, como refleja en un escrito emitido por el propio hotel, “deuda generada desde que cogiera la gerencia del mismo, Pedro Torres”, manifiesta Rosa Rodríguez. Asimismo, Rodríguez asegura que “él se excusa de que la dirección la cogió en marzo de 2014, pero en verdad él ya lo gestionaba desde diciembre de 2013” y añade que “en cuanto empezó a gestionar este hombre el hotel nos dejó de pagar”.
Durante este último mes y tras las reiteradas visitas y peticiones de cobro, cada una de ellas ha recibido un total de 200 euros, desglosados en 50 euros semanales. Sin embargo, las cantidades no valen para paliar la situación por la que atraviesan estas tres familias: en dos de los casos se les acabará en breve el paro y en el otro ya están cobrando la ayuda familiar. Las tres trabajadoras denuncian que hay más casos como los suyos que por miedo no salen a la luz.