Fue en 1681 cuando los vecinos de Bailén rogaron a su patrona, Nuestra Señora de Zocueca, que librara a la población de la epidemia de cólera que asolaba ya otros territorios. Los bailenenses realizaron un voto solemne que incluía una fiesta local, cada 5 de agosto, y su correspondiente ayuno en la víspera un día como hoy. Que no falte el potaje de habas secas con berenjenas.

Este viernes, día 4, desde las 9 de la mañana hasta las 12, habrá una ofrenda de nardos a la Virgen de Zocueca. Flores que servirán para adornar el trono con el que procesionará el sábado. También este viernes habrá un repique de campanas de las tres parroquias bailenenses anunciando el comienzo de las festividades patronales. Ya por la noche, a las 22:30 horas, rezo del rosario por las calles aledañas al templo de La Encarnación para prepararse para la renovación del voto.

También este viernes habrá tiempo para las celebraciones más festivas: a las 21:30 horas, en la sede de la peña «El Puchero» habrá una velada flamenca a cargo de Jesús León, con «El Calao» a la guitarra. A las 22 horas, en la plaza de la Constitución, habrá una verbena popular amenizada por José Manuel Martínez «Turboloco».

Un sábado para Zocueca
A las 12 del mediodía, la iglesia de La Encarnación volverá a ser el escenario de la celebración de la eucaristía por la festividad de Nuestra Señora de Zocueca y, un año más, de la renovación del voto del pueblo de Bailén a su patrona.

Será ya por la noche, a las 21 horas, cuando la Virgen de Zocueca salga a las calles para procesionar en su día grande.