Más de 300 recreadores con un cañón, el arma al hombro y 60 kilos de pólvora tomaban este sábado el centro de Bailén para librar unas escaramuzas que comenzaban en la Plaza del General Castaños y culminaban en el Paseo de las Palmeras.

Calles repletas de bailenenses y visitantes para ver estas luchas cuerpo a cuerpo que atraen la atención de todos por su proximidad. Los recreadores -con soldados, guerrilleros y el pueblo- casi serpentean buscando al enemigo por cada centímetro de asfalto, llegando a hacer parada en el Museo de la Batalla y abriéndose en diferentes flancos para finalizar en el Paseo de las Palmeras rodeados por miles de bailenenses que, como pueden, soportan el estruendo del tambor y los disparos.

La noche culminaba con la puesta en escena del entremés «Historia de un ayuntamiento afrancesado y la opresión de un pueblo» por parte de las asociaciones Bailén por la Independencia y la Partida de Camuñas. Una obra llena de dramatismo, con duras escenas y la intención única de hacer reflexionar al espectador sobre el horror de cualquier guerra y sus consecuencias.

Homenaje al General Reding
De forma previa, los grupos recreadores venidos de diferentes puntos de la geografía española y los colectivos históricos bailenenses se desplazaban hasta la Plaza del General Reding para homenajear a quien lideró las tropas españolas en la Batalla de Bailén y a sus tropas. Además, se descubría una placa con el escudo de armas del cuerpo de Ingenieros Militares.

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