El pueblo de Bailén respondía este sábado a la cita que, como cada 19 de julio, tiene con sus «soldaos» y el acto cívico-militar de los que dieron su vida en la Batalla de Bailén.

Acto cumbre de cuantos se celebran en las fiestas bailenenses, los ciudadanos salieron una vez más en torno a las nueve de la noche para acudir al Paseo de las Palmeras y esperar allí las «descargas», esas salvas de ordenanza en homenaje a los caídos que cada año son vitoreadas y esperadas por los vecinos de la localidad.

La Compañía de Honores del Regimiento de Infantería la Reina nº 2, la banda de Guerra y la Escuadra de Gastadores hacían su entrada en el Paseo de las Palmeras unos minutos después de las nueve de la noche para esperar, en formación, a la comitiva de autoridades civiles y militares e invitados, encabezada por la alcaldesa de Bailén, Simona Villar, el subdelegado del Gobierno en Jaén, Juan Lillo, y la diputada de Empleo, Promoción y Turismo, Ángeles Férriz. Junto a ellos, la corporación municipal y representantes de diferentes estamentos del ejército.

Tras el izado de las banderas de España, Francia, Suiza, Andalucía, Bailén y la Unión Europea, el General Jefe de la Brigada de Infantería Guzmán el Bueno X, D. Antonio Ruiz Olmos tomaba la palabra para iniciar la ronda de discursos agradeciendo en nombre de sus soldados la invitación a formar parte de las celebraciones del 206 aniversario de la Batalla de Bailén honrando a los caídos y orgullosos porque los bailenenses les hayan recibido «como formando parte de esta tierra». «Para un soldado es importante ganar y sentir el respaldo de su gente, porque su pueblo es el fin último de su trabajo»; «esta celebración contribuye a materializar el compromiso que hemos adquirido con nuestros antepasados, al mismo tiempo que nos facilita la vinculación con la sociedad». Ensalzando la memoria de aquellos que cayeron en la Batalla de Bailén, el General Jefe de la BRIMZ finalizaba su discurso con vivas a España y el Rey que los ciudadanos secundaron.

Tras él, la alcaldesa Simona Villar tomaba la palabra para saludar al pueblo y agradecer su presencia también a los representantes de las Fuerzas Armadas y los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Destacando la importancia del acto cívico-militar de las Fiestas, la primera edil recordaba que con éste «conmemoramos uno de los hitos de la historia de España y de Europa, que para los bailenenses se convierte en uno de los momentos más esperados del año». Sin pasar por alto «la unión entre el pueblo de Bailén y el ejército español», Villar hacía también balance en su discurso de los tres años de mandato de su grupo en el ayuntamiento de Bailén, destacando la apuesta por algunos proyectos como el Museo de la Batalla o la Huerta de San Lázaro e incluso anunciando que en el mes de septiembre se reanudarán las obras del nuevo centro de salud de la zona norte de la ciudad.

Los discursos oficiales daban paso a la imposición de una corona de laurel en memoria a los caídos en la Batalla de Bailén y la interpretación de «La muerte no es el final». Tras el solemne acto, que incluyó el responso del sacerdote D. Eugenio Casado, llegaba la interpretación del himno de Infantería para dar ya paso a las salvas de ordenanza que, en Bailén, todos llaman cariñosamente «las descargas». Tres disparos efectuados por la Escuadra de Gastadores que arrancaban aplausos y vítores de los asistentes. El acto cívico-militar en honor de los que dieron su vida en la Batalla de Bailén acabó con el desfile de los soldados abandonando el Paseo de las Palmeras ante los ciudadanos y la tribuna de autoridades.