Tras una intensa mañana de actividades para conmemorar el 19 de julio, la noche llegaba con el acto central de las fiestas: el acto cívico militar. Una inmensa multitud de bailenenses no quiso perderse esta cita en la que pueblo y ejército son una única voz. El acto en honor a los que dieron su vida en la Batalla de Bailén comenzaba con el izado de las banderas de España, Francia, Suiza, Andalucía, Bailén y de la Unión Europea.

Seguidamente, intervinieron el General Jefe de la Brigada de Infantería Guzmán el Bueno X, D. Antonio Ruiz Olmos y el alcalde de la ciudad, Luis Mariano Camacho. El primero de ellos agradeció una vez más al pueblo de Bailén la acogida a sus soldados, afirmando sentirse arropados y queridos, a la vez que catalogaba a las fiestas como “especiales” para ellos. Por su parte, Camacho, animó a la participación de la ciudadanía en las fiestas y centró su discurso en el paro como la batalla que ahora debe de librar Bailén para dejar a los jóvenes un pueblo en mejores condiciones. Asimismo, pidió “hacer pueblo” de manera conjunta entre todos, trabajando juntos para mejorar y avanzar.

Los discursos oficiales daban paso a la imposición de una corona de laurel en memoria a los caídos en la Batalla de Bailén y la interpretación de «La muerte no es el final». El acto finalizaba con los responsos y salvas de ordenanza, más conocido como las “descargas”, tres disparos efectuados por la tropa, que arrancaban aplausos y vítores de los asistentes, para así continuar con un desfile de la tropa hasta la Plaza de la Constitución.