La Patrona de Bailén regresa a la Encarnación
La patrona de Bailén, Nuestra Señora de Zocueca, regresaba ayer a su sede canónica tras haber permanecido casi todo el mes de mayo en la parroquia de San José Obrero.
La Virgen de Zocueca llegaba ayer a la Encarnación tras su paso por la iglesia del Barrio Nuevo donde, a lo largo de estas semanas, ha presidido las celebraciones del cincuenta aniversario de la consagración del templo de San José Obrero. “Dije que la tendríamos como a una reina, y creo que hemos cumplido”, declaraba ante la feligresía el párroco D. José Antonio Balboa antes de que las costaleras portaran el trono para llevar a la patrona de Bailén hasta su casa. Agradecía de igual modo el sacerdote la colaboración de la Real Hermandad y Cofradía de la Virgen de Zocueca, así como la disposición de D. Eugenio Casado a la hora no sólo de facilitar el traslado, sino de aportar ideas para estas semanas que han sido pura celebración para la comunidad de San José Obrero.
De este modo, junto a más de un centenar de ciudadanos y con D. José Antonio Balboa acompañándola en su caminar, Nuestra Señora de Zocueca recorría las calles que le conducían de nuevo hasta la Encarnación con el murmullo de fondo del rezo del rosario y un claro en la nubes que horas antes habían descargado una fuerte tormenta en la ciudad. Luciendo su nuevo manto, cortesía de la iglesia de San José Obrero en agradecimiento por su estancia en la parroquia, los vecinos de la localidad iban saliendo al paso de la imagen. Al llegar al templo, el repique de campanas anunciaba el regreso de la Patrona a su sede, donde aguardaban decenas de bailenenses. En el atrio, Balboa y Casado se fundían en un abrazo que escenificaba la satisfacción de los dos curas párrocos de Bailén tras el traslado extraordinario de la Virgen de Zocueca.