La lluvia se retira del cielo bailenense y deja lucir el Saludo
Los bailenenses han vuelto a echarse a la calle un año más para arropar a Nuestro Padre Jesús Nazareno y la Virgen de los Dolores en el tradicional Saludo. Una cita ineludible para el mundo cofrade y semanasantero de Bailén que, el sábado previo a cada Domingo de Ramos, inicia de este modo la cuenta atrás para la semana de Pasión y Gloria.
Los costaleros de la Virgen de los Dolores sacaban en hombros a su madre minutos después de las cinco y media de la tarde para iniciar el camino al encuentro con su hijo. Él, Nuestro Padre Jesús Nazareno, aguardaba en su ermita para salir a las calles de Bailén, arropado por el calor de los ciudadanos, y reencontrarse con su madre en la Plaza de la Constitución rodeados por miles de bailenenses. El tiempo, después de horas de nubarrones y malos presagios, dejaba finalmente que una tradición tan arraigada como el Saludo volviera a centrar la atención en la localidad.
El aplauso, el fervor y la pasión de la multitud arropaba a las dos cofradías en el momento más emblemático de esta cita previa a la Semana Santa, ya en la Plaza del Reloj, bajo los sones de la banda de Nuestro Padre Jesús y la Unión Musical Bailenense. Desde allí, madre e hijo partían juntos hacia la Iglesia de la Encarnación, donde permanecerán siendo testigos del Septenario, que se prolongará hasta el viernes 27.