La calle Andújar revive las escaramuzas de la contienda 207 años después
La escaramuza entre el ejército francés y el ejército español apoyado por el pueblo sigue siendo una de las citas más multitudinarias de los actos de recreación histórica que cada año se celebran en Bailén. La de este sábado no fue menos: miles de personas asistieron a la lucha cuerpo a cuerpo (y no tan cuerpo a cuerpo: había dos cañones) que comenzó en la zona final de la calle Andújar y culminó en el Paseo de las Palmeras.
Soldados, guerrilleros, mujeres y hombres de Bailén avanzaban desde uno de los escenarios originales de la cruenta batalla de 1808, avanzando entre pólvora, humo y ataques, a la vista de los Zumacales, que fueron también testigo de la contienda entre españoles y franceses hace ya 207 años. Los espectadores asistían entusiasmados, un año más, al estruendo, a las crudas imágenes, al sonido del tambor que anuncia el cañonazo y al esfuerzo de estos recreadores históricos.
La obra de teatro «Historia de un ayuntamiento afrancesado y la opresión de un pueblo» ponía fin a las escaramuzas. Una historia protagonizada por los voluntarios de Bailén por la Independencia y La Partida de Camuñas: el pasado de un pueblo, que ve cómo su historia cambia, cómo la paz abandona sus calles y cómo sus vecinos mueren, bien fusilados, bien en ataques o incluso ahorcados. El Paseo de las Palmeras volvió a llenarse para asistir a esta escenificación que honra la memoria de los que vivieron la Guerra de la Independencia.
Homenaje al pueblo
En este 2015, el pueblo de Bailén ha estado más presente que nunca en las conmemoraciones de los recreadores y organizadores. Los que no tuvieron más remedio que luchar bajo las órdenes del General Reding, viendo su pueblo asedidado, fueron homenajeados ayer en la Huerta del Sordo. Miguel Ángel Alonso, quien encarna este año al general suizo que lideró la batalla de Bailén, y el alcalde de la ciudad, Chiqui Camacho, rindieron homenaje a los bailenenses descubriendo una placa y dirigiéndose al actual pueblo de Bailén. Junto a ellos estuvieron invitados civiles y militares, parte de la corporación municipal, los voluntarios de los regimientos recreadores y, por supuesto, ciudadanos y visitantes. Hubo además tiempo para el baile goyesco de la asociación cultural Contratiempos.