La brillante ironía de Sopeña y la educación en la España de antaño
Briones, el Ruiz o Fernandito son ejemplos de aquellos compañeros de escuela que cualquier niño de la tardía posguerra (años 50-60) puede identificar con sus propios recuerdos. Todos ellos subieron este viernes al escenario de la Casa de la Cultura junto al escritor Andrés Sopeña.
Lo hicieron a modo de recuerdos en una charla-conferencia que, a través del humor más sarcástico e irónico, recorrió la educación de aquellos años: desde la peculiar forma de enseñar de los maestros hasta las travesuras y peculiaridades de los niños de antaño, pasando por la visión que entonces se implantaba en los más jóvenes sobre la religión o sobre el régimen franquista y la influencia de España en el mundo, amén de los palmetazos con la regla en la palma de la mano. Anuncios, recuerdos radiofónicos y cinematográficos aparecieron también en escena en este monólogo de Andrés Sopeña que arrancó no sólo los recuerdos de los presentes, sino también las carcajadas.
Presentada por Andrés Cárdenas, esta conferencia es la primera del ciclo iniciado por el Ateneo literario, artístico y científico Jesús de Haro Malpesa. La visita de Sopeña, autor de «El florido pensil», sirvió para hablar sobre la educación en los años 60 en una jornada que terminó con la representación de la obra teatral del invitado a cargo del Grupo Small Clowns.