Con media de hora de retraso, debido a las inclemencias meteorólogas, partía la sardina hacia el crematorio, acompañado de varias decenas de viudos y viudas que aguantaron el “chaparrón”. El Entierro de la Sardina anuncia el final del Carnaval, enterrando simbólicamente al pasado, a lo socialmente establecido, para que puedan renacer con mayor fuerza, para que surja una nueva sociedad transformada

En esta ocasión, la sardina fue portada a hombro por cuatro enterradores que a paso ligero marcaron el ritmo del cortejo fúnebre. Una vez llegado al crematorio, instalado en el recinto ferial, la concejala de festejos, María Torres sería la encargada de prenderle fuego a la sardina. Posteriormente al duelo tuvo lugar en la Discoteca Seven, concurso con tres premios en metálico para los tres disfraces más originales, dotado con 75, 50 y 25 euros respectivamente.

La programación carnavalera finalizará el próximo sábado con el Carnaval en la Calle donde las chirigotas locales cantaran en los distintos lugares y plazas de la localidad, dando comienzo a las 19 horas.