Tras el tradicional Saludo de Nuestro Padre Jesús y la Virgen de los Dolores, llegaría el turno del pregón que marca el inicio de la Semana Santa bailenense. Así, un abarrotado salón de actos de la Casa de la Cultura acogería en un primer momento el concierto de la banda de música de la Unión Musical Bailenense. En el mismo, la formación musical dirigida por Manuel Cámara interpretaría cuatro marchas procesionales destacando el poema sinfónico “La última noche” que levantó de sus asientos a los asistentes al término de la misma.

La segunda parte del acto estuvo centrada en el pregón, que cumplía su trigésima edición. El pregonero de la edición pasada, Domingo García Navío, sería el encargado de presentar a la pregonera de este año, Patricia Soriano Bautista, con una emotiva y corta intervención donde desarrolló el “Padre nuestro” trasladado a la semana santa bailenense.

Tras el cante de una saeta, Patricia Soriano comenzaría su pregón haciendo una mención especial a su hermandad, la Venerable Cofradía de Siervos de Jesús a su entrada en Jerusalén y Ntra. Sra. de la Piedad. Seguiría con un emotivo recorrido por las cofradías de Pasión y Gloria de Bailén, pasando por sus vivencias, recuerdos, olores y tradiciones. Sin embargo, llegados al ecuador del mismo, los asistentes vivieron atónitos como la pregonera caía desplomada, a causa del intenso calor que se vivía sobre el escenario de la abarrotada Casa de la Cultura. Tras un inciso, el presidente de la Agrupación de Cofradías Francisco Nieva anunciaba el restablecimiento de Soriano, que minutos más tarde, y esta vez sentada, culminaría un pregón cargado de sentimientos y vivencias en el seno de una familia cofrade.

El acto finalizaría con la entrega de un obsequio de manos del presidente de la agrupación, Francisco Nieva a la propia pregonera, Patricia Soriano.