Decenas de bailenenses y vecinos del Barrio Nuevo se daban cita en la noche de ayer en la Plaza del Cantarico para dar el pistoletazo de salida a las fiestas de San José Obrero. Un lugar emblemático, donde el agua volvió a brotar del famoso cántaro de una remozada y moderna fuente.

La alcaldesa, Simona Villar, sería la encargada de presentar al pregonero de este año, D. José Antonio Balboa Gómez, cura párroco de San José Obrero. Villar destacaba los cincuenta años de la parroquia de San José Obrero y afirmaba que “también hemos querido que el pregonero fuera la persona que ha conducido a los feligreses de esta parroquia” y aseguraba que “creo que es el mejor pregonero que podíamos tener” tras leer su extenso curriculum.

Con un emotivo pregón que duró poco más de diez minutos, Balboa destacaba la particularidad del Barrio Nuevo, como se le conoce popularmente. Hasta en varias ocasiones el párroco se preguntó ¿qué fue antes el huevo o la gallina?, realizando una simbiosis con la parroquia y el barrio.

Asimismo, diversos momentos del pregón provocaron el aplauso de los allí presentes, donde además recordó sus vivencias allá por el 1963 cuando realizaban pequeñas reuniones con D. Francisco Cavallé.

Balboa, que ha sido el primer cura pregonero de estas fiestas, finalizó su pregón realizando una plegaria al divino alfarero, refiriéndose a San José “para recordarle que él ha hecho nuestras manos para el trabajo y ahora no lo encontramos” y añadió “que no nos falte el trabajo de cada día, para que en cada mesa nunca falte el pan y el vino y la alegría de compartirlo”. El párroco hizo entrega a la alcaldesa de un ramo de flores, mientras que Villar hizo lo propio imponiéndole la insignia de la ciudad.

Seguidamente, tanto la corporación municipal como el pregonero se trasladaron hasta la portada de la feria ubicada en la calle María Bellido para inaugurar el alumbrado extraordinario.