Tras varios años de ausencia, el Viernes Santo bailenense ha recuperado la antigua procesión del Calvario que, de manos de la Muy Antigua, Primitiva y Venerable cofradía de la Santa Vera Cruz, ha vuelto a realizar su estación de penitencia por las calles de Bailén con el sol de la tarde como testigo y el arropo de los vecinos.

El paso de misterio que conmemora la Crucifixión de Jesús ha mostrado, además, las imágenes restauradas del Cristo de la Expiración y Santa María Magdalena, ambos trabajos realizados este año por el escultor toxiriano José Miguel Carpio Tirao. En el paso de misterio, junto a ellos, la Virgen de las Penas y San Juan.

El acompañamiento musical de esta estación de penitencia ha corrido a cargo de la Agrupación Musical Lágrimas de María, de Mancha Real. Tras finalizar la procesión, la cofradía ha llevado a cabo el traspaso de poderes del Hermano Mayor, Juan Molina García, al Hermano Mayor Entrante, Pedro José Arance Rusillo.