Dolor y recogimiento en el Santo Entierro
La noche bailenense caía para celebrar la pasada noche el momento más solemne de toda la Semana Santa. El Santo Entierro salía a las calles de la ciudad desde la ermita de Nuestro Padre Jesús junto a Nuestra Señora del Mayor Dolor y Consuelo.
El calor de toda la semana se tornaba en una brisa algo más fría que acompañaba así el cortejo fúnebre que encabezaba el cuerpo yacente de Jesucristo. Portado por los morados costaleros, caminaba entre los bailenenses sobre un monte de flores rojas anunciando la muerte de Jesús. Tras él caminaba su madre, Nuestra Señora del Mayor Dolor y Consuelo, a hombros de sus costaleras, representando el dolor y el duelo que caracteriza el Viernes Santo.
Junto a penitentes y mantillas negras, representantes de las cofradías bailenenses y una breve representación del ayuntamiento de la ciudad. Todos ellos desfilando bajo los sones de la banda de música de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Bailén.
La Soledad
El Viernes Santo terminaba en Bailén con el recorrido procesional de San Juan Evangelista y la Virgen de los Dolores, que en torno a las 23:30 horas salían desde la Iglesia de la Encarnación rodeado por bailenenses que esperaban acompañarles en el duelo de la noche. Con la voz de los saeteros quebrando el silencio de la noche, con quejíos que acompañaban el dolor de una madre por su hijo muerto, las cofradías de San Juan y la Virgen de los Dolores recorrían las principales calles de la localidad para después despedirse y partir hacia sus respectivas casas.
Así, el próximo desfile procesional se celebrará el Domingo de Resurrección, día culmen de la Semana Santa con la procesión del Resucitado que saldrá a las calles a partir de las 11:30 horas.