Esta semana nos vamos al corazón de Europa, donde nos espera Daniel Bautista Martínez. Este joven de 23 años trabaja como contable en Praga, capital de la República Checa.

Desde 1992 el casco histórico de la ciudad es Patrimonio de la Humanidad. Su belleza y patrimonio histórico la convierten en una de las veinte ciudades más visitadas del mundo.

Conozcámos un poco más a Dani…

¿Qué te hizo salir de Bailén?
El motivo principal fue que quería aprender inglés. Fue en el año 2016, meses antes de terminar la carrera cuando estaba pensando qué hacer en el futuro y después de considerar las distintas opciones, decidí aventurarme a probar una experiencia internacional.

Para ello, empecé a ver las distintas posibilidades que tenía y acabé teniendo tres al mismo tiempo.

Por un lado, encontré una familia de Au Pair (para quien no lo conozca, son familias que buscan normalmente personas jóvenes para que cuiden de sus niños) que quería que me hiciera cargo de sus hijos. Vives en la casa con la familia, por lo que no tienes que pagar alojamiento y el “sueldo” que te daban no era muy alto pero como mi objetivo era aprender inglés, era una opción que me valía.

Por otro lado y en ese momento, había dos becas de movilidad internacional en la Universidad de Jaén.

Una consistía en una inmersión de un mes en Corea del Sur con el objetivo de aprender sobre la cultura coreana (las clases y todas las actividades que se organizaban eran en inglés).

La otra fue Erasmus Prácticas, a través de la cual podías hacer prácticas en una empresa siempre y cuando tú mismo te la buscaras por tu cuenta. Era una opción interesante ya que podía empezar a coger experiencia en el ámbito laboral a la misma vez que aprendía inglés. Además, la empresa no tenía que pagarte nada directamente a ti, los fondos que tú recibías venían de la UE por lo que a las empresas también les interesa esta opción ya que no les supones ningún coste. Así pues, empecé a llamar a empresas de Reino Unido e Irlanda explicándoles de qué iba la beca y hubo una empresa en Irlanda que aceptó.

Al final de entre estas tres opciones, me decanté por la Erasmus Prácticas que era la que más me interesaba y me marché a Irlanda, los tres primeros meses me sustentaba con la beca que me dieron y cuando se acabó, la empresa me ofreció un contrato. En total, mi estancia fue de 1 año y 3 meses, momento en el que decidí cambiar de trabajo para seguir desarrollándome profesionalmente.

¿Qué tal te fue la aventura irlandesa? ¿En qué ciudad vivías?
Me fui a vivir a Waterford, al sur de Irlanda. Es la quinta ciudad más grande del país y la verdad que me fue bien, al principio me costó adaptarme ya que era la primera vez que salía de casa y todo era nuevo para mí, echaba mucho de menos mi casa, mi familia, amigos, la comida de mi madre… en definitiva mi anterior vida.

Además allí el tiempo era muy complicado ya que llovía la mayor parte de los días y eso te limitaba mucho los planes que podías hacer para el fin de semana.

Pero con el paso del tiempo y gracias también al apoyo que encontré en la gente del trabajo, principalmente mis compañeros Currete y Jose, me adapté a mi nuevo entorno y durante el tiempo que estuve en Irlanda disfruté como un enano.

Fue una experiencia de vida total, donde aprendí a resolver los problemas por mí mismo, y una etapa que nunca olvidaré por todos los buenos momentos pasados.

¿En qué trabajas?
Actualmente trabajo como contable en la central financiera de DXC Technology, una consultora informática.

La cultura del trabajo aquí es totalmente distinta a la de España. En República Checa, al ser un país barato, hay muchas empresas que se establecen aquí y por lo tanto demandan una gran cantidad de mano de obra (la tasa de paro ronda el 3%).

Por ello, las empresas te respetan e intentan convencerte de que te quedes con ellos porque saben que si no lo hacen, fácilmente puedes encontrar trabajo en otro sitio.

Aquí las empresas no tienen tanto poder de negociación sobre los trabajadores, cosa que es distinto respecto a España, que muchas veces se aprovechan de la situación para poner la balanza empresa-trabajador muy a su favor.

¿Qué tal la cultura checa? ¿Muy distinta a la española?
Los checos en general son más serios y reservados que los españoles, sobre todo más que los andaluces que somos mucho más cercanos, pero bueno son culturas distintas, todo es acostumbrarse. Al final si tú les respetas ellos te respetan, que es lo importante.

¿Y la comida?
La verdad que bien, yo tampoco es que sea muy delicado con la comida pero está rica. Algunos de sus platos típicos son el codillo de cerdo, que normalmente suele pesar alrededor de 1 kg. o un estofado de carne en salsa que lo acompañan con unos dumplings.

En los restaurantes sobre todo te encuentras platos de carne, es un mal país para ser vegetariano, la verdad jaja.

Para quien no te conozca, ¿quién es tu familia o cómo te conocen en Bailén?
La verdad que mi familia no es de Bailén pero mis padres se mudaron hace muchísimo tiempo, por lo que mi hermana y yo nos hemos criado allí.

Mi padre se llama Aquilino Bautista (sí, mis abuelos se quedaron en la gloria con el nombre jajaja) y es de una pequeña aldea llamada Solana de Torralba, que pertenece a Úbeda. Camionero de profesión, es un fuera de serie como padre y como persona, el único defecto que tiene es que es del Barça, por lo demás un 10.

Mi madre se llama Mª Carmen Martínez y es de Huesa, un pueblo de unos 3.000 habitantes, ama de casa de profesión, siempre está ahí para todo lo que mi hermana y yo necesitamos. Una fenómena.

Y por último mi hermana, Nerea Bautista, ahora está un poco en la “edad del pavo” como se suele decir pero es la alegría de la casa.

A ellos les debo todo, con su inmenso apoyo y constantes ánimos hacen que siga adelante cada día.

¿Te planteas volver en algún momento a Bailén?
Instalarme en Bailén definitivamente sinceramente lo veo complicado por el tema trabajo y demás, aunque bueno nunca se sabe lo que puede pasar.

A España claro que sí tengo pensado volver, buscar trabajo y poder disfrutar de cómo se vive allí. La calidad de vida que hay en España yo no la he conocido en ningún sitio y de verdad que no lo valoras hasta que no te vas.

¿Qué es lo que más echas de menos de tu pueblo?
Pues la verdad que las jarras de Piñero y las raciones del bar La Piedad (más conocido como “El Sordillo”) ¡¡¡lo que más!!! ¡¡¡Son todo un clásico!!!

A parte de eso, cosas simples que antes no tenía ni siquiera en cuenta porque formaban parte de mi rutina como por ejemplo la gente, el trato cercano, el clima que tenemos por allí, la comida de mi madre, el ir a tomar una cerveza a una terraza o los partidillos en la liga local de fútbol sala con Hermanos Garrido son cosas que también echo en falta.

Pero sin duda lo que más echo de menos son mis amigos y familia por supuesto. Sobre todo al principio de marcharme de España, esto es lo que más me costó de llevar pero con el paso del tiempo he comprendido que la distancia no necesariamente supone el fin de las relaciones, si no que simplemente son las relaciones las que cambian. No puedo ir por ejemplo a tomar unas cañas con mis amigos pero estoy en contacto con ellos, me gusta saber de ellos, saber qué hacen, a dónde van, qué planes tienen para el fin de semana…etc. En definitiva, interesarme por ellos.

Y es eso, aunque la distancia no permita estar con ellos físicamente, así también creo que las relaciones se fortalecen en cierto modo.

Desde el extranjero ¿se conoce Bailén?
Entre los extranjeros la verdad es que no, cuando les digo que está en Andalucía ya sí que saben por donde queda. La gente española, en general, sí que al menos les suena por la batalla. Tanto a unos como a otros lo que mejor les vendo es nuestro aceite y les encanta.

¿Recomendarías la experiencia de salir fuera?
Totalmente. Sobre todo recomiendo la experiencia de salir de la “zona de confort” ya que te hace madurar y aprender de la vida. En casa está claro que se está muy agusto pero solamente cuando sales de ella y te enfrentas a los desafíos de la vida es cuando empiezas a crecer personalmente.

Por otro lado, aunque la distancia sea un obstáculo cuando decides salir de tu casa, el independizarte también te ofrece una libertad con la que puedes hacer lo que quieras a la hora que quieras y eso también es una ventaja.

Si alguien está interesado y quiere información sobre cómo encontré trabajo aquí en Praga que no dude en contactarme, ¡estaré encantado de ayudar!

Para terminar, ¡me gustaría mandar un fuerte abrazo a mi familia, amigos y compañeros de clase de la Universidad de Jaén!

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