13. Las regias cadenas de la Casa Palacio de los Condes de Bailén.
«El palacio propio del duque de Osuna [Casa Palacio de Bailén] estaba convertido en una morada de Reyes: ¡todo era allí rico, grande, suntuoso: el comedor excedía a toda ponderación; las vajillas eran de legítimos Sévres, los cubiertos de oro, los candelabros también de oro!».
(Francisco María Tubino: Crónica del viaje de SSMM y AARR a las provincias andaluzas. Sevilla, 1863. Página 328).
Durante la visita del decimoctavo Conde de Bailén, don Santiago Arcos y la condesa consorte, doña María Maravillas Arana, tuvimos la suerte de departir afablemente con dos encantadoras personas, herederas por título nobiliario de un capítulo apasionante de nuestra historia local. Santiago nos comentó que en la fachada o puerta de la ya desaparecida Casa Palacio de los Condes de Bailén (o Palacio Ducal de los Ponce de León), de la que solo se ha conservado la portada, hoy contigua a la Ermita de Nuestro Padre Jesús, es probable, caso de que en ella hubiese dormido o pernoctado un rey o reina de España, que hubiese tenido, por dicha regia visita, unas cadenas que diesen fe de ello.
Tanto un cordón como unas cadenas colgadas en la puerta de una casa sirven para indicar que un rey de España ha dormido en ella. Veamos algunos ejemplos:
Me puse manos a la obra para recabar información con respecto a la estancia o alojamiento de reyes de España en la ya desaparecida Casa Palacio que había en la manzana que forman las actuales calles Castillo, Hospital, del Oro y Plaza. Aprovecho para repetir, una vez más, que donde hoy está el Colegio El Castillo y donde los bailenenses creen que estaba dicha fortaleza, lo que verdaderamente había era una Casa Palacio. El Castillo medieval, propiamente dicho, ocupaba la actual manzana que va de la calle Las Torres (Martín Ruiz), Torreanaz, Castillo y Plaza de España. Veámoslo en este ilustrativo plano.
La Casa Palacio de los Condes de Bailén (o de los Duques de Arcos, o de los Ponce de León, o de la Duquesa de Benavente, o de los Duques de Osuna, que todas estas denominaciones tuvo) fue construida, como fortaleza palatina, por los Duques de Arcos entre los siglos XV y XVII. La portada es del XVII. Dicha Casa Palacio era erróneamente denominada por los bailenenses del siglo XX como “El Castillo”, cuando dicho alcázar, en justicia y con rigor, siempre estuvo enfrente. Como ya recogí en Un viaje cartográfico… (2014), en la pág. 144 de la Relación de 1764 se comprueba cómo era denominado correctamente «Cassa Palazio», al referirse a Eduardo Horé, administrador del Duque de Arcos. En sus dependencias estuvo ubicado el Cabildo (Ayuntamiento) durante el XIX y hasta 1933. Desde la Plaza había, hasta el XIX, una majestuosa escalinata de acceso por C/ del Castillo (Programa de Fiestas de 2009, Perea Monje).
Las obras de Matías de Haro (Bailén, relatos -1996- y Bailén, su historia y sus cosas -1985-), una vez más, son de gran ayuda para rebuscar en nuestra historia. En ellas he tratado de localizar las referencias a regias visitas a nuestra localidad, que paso a exponer con brevedad, indicando si pasaron noche y cuáles de ellas se hicieron en calidad de Altezas Reales, motivo por el cual debería haber habido cadenas en la puerta de nuestra Casa Palacio:
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Muy probable, por no decir seguro, es que Sus Majestades los Reyes Católicos, doña Isabel (1451-1504) y don Fernando (1452-1516) atravesaran en más de una ocasión el Camino Real a su paso por Bailén, hoy Calle Real. No puede verificarse si pernoctaron o no en la Casa Palacio, cosa harto imposible, pues su construcción se inició en el XV, o si visitaron la Iglesia de La Encarnación (que en 1504 ya había sido consagrada), de San Andrés o El Castillo. La reina Isabel falleció el 26 de noviembre en la vallisoletana villa de Medina del Campo, diez días después de celebrarse la reunión sobre el pleito con Baeza, que no consagración del templo de La Encarnación bailenense.
- Desde el 18 de enero hasta el 13 de febrero al de 1488 (Matías de Haro y Martín Malpesa Arévalo [«Histórica estancia en Bailén» Programa de Fiestas Conmemorativas de 1971; ambos autores hablan de “posada” que hubo de acondicionar, sin que en la siguiente reseña bibliográfica se haga referencia a nada de eso, aunque bien es cierto que la Casa Palacio fue construida, como fortaleza palatina, por los Duques de Arcos en sucesivas fases constructivas desde el siglo XV hasta el XVII, por lo que desconocemos si en 1488 ya existía dicha mansión palaciega] recogen que el 28 de enero habían partido desde Andújar a Bailén, pero en la fuente primaria, [Cronicón de Valladolid, de autor desconocido, siglo XVI, edición de 1848 de Pedro Sáinz de Baranda, Madrid, página 173], he encontrado el día 18 y no el 28). Estancia duradera de AA.RR. las Infantas doña Juana, con 8 años (1479-1555, que desde 1504 a 1555 fue Reina nominal de España con el nombre de Juana I, madre del futuro emperador Carlos V), doña María, de 5 años (1482-1517, madre de Juan III, Enrique I de Portugal y de la emperatriz Isabel, casada con Carlos V) y doña Catalina, de 3 años (1485-1536, que en 1509 se casó con el que sería Enrique VIII y se convirtió en Reina de Inglaterra y madre de la monarca María I de Inglaterra, más conocida como María Tudor).
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16 de junio de 1816. Mª Isabel de Braganza y Borbón (1797-1818), reina consorte de España por matrimonio en segundas nupcias con Fernando VII. Fue coronada como reina el 29 de septiembre de 1816 y hasta su muerte, por lo que en junio, cuando estuvo alojada en la Casa Palacio a sus 19 años, no era aún Reina Consorte de España.
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7 de agosto (Villar y Perea) y 21 o 23 de octubre de 1823 (según variaciones cronológicas en ambas obras del que fuera cronista de Bailén, don Matías de Haro). Estancia de A.R. el Duque de Angulema (Luis Antonio de Francia, 1775-1844, pretendiente al trono de Francia y Delfín de Francia, lo que para nosotros es el título de Príncipe de Asturias) en la Casa Palacio.
- Domingo 3 de noviembre de 1823 (M. de Haro). Su Majestad el Rey don Fernando VII y Su Majestad la Reina consorte doña María Josefa Amalia de Sajonia (dato hasta ahora inédito, que he podido localizar). En el Programa de Fiestas de 1930 («De cómo fue la visita de S. A. el Duque de Angulema y de S. M. Fernando VII a la Villa de Baylén en el año de gracia de 1823», Pablo Morillas) y en la página 282 de Bailén, su historia y sus cosas se indica que el rey “y su corte […] pernoctaron en Bailén”. Ya que en el lbro de Villar Lijarcio y Perea Monje (pág 148) aparece dicha visita y pernocta con fecha de “23 de octubre de 1823”, fui al Archivo Municipal el pasado 22 de septiembre de 2014 y encontré los datos precisos y exactos en sus fuentes primarias. Según leemos en la Sesión del Cabildo (‘ayuntamiento’) del 17 de octubre de 1823, se había tratado “la noticia positiva que se tiene de que S.A.R. el Sr. Duque de Angulema a su regreso…”.
Interesantísimo es el Cabildo del 21 de octubre de 1823 que he podido leer íntegro, del que extraigo las noticias de que: “para el día 3 de noviembre inmediato hará tránsito en esta villa nuestro deseado y augusto monarca Sr. Don Fernando, Séptimo, que Dios guarde, y su Real familia”. Más abajo, el secretario municipal escribe: “Que sobre la fachada de la Casa Palacio donde han de estar Sus Majestades se ponga dosel con toda magnificencia donde se colocará uno de los retratos del soberano”. Y, como colofón para lo que buscaba un servidor: “Estará preparada la Milicia Realista de esta villa que después de presentada a Su Majestad hará los honores debidos a su augusta persona, y al compás de la referida música [músicos de Linares] y a las inmediaciones del coche vendrán de escolta hasta el Palacio donde ha de pernoctar aquella noche las personas Reales”. En las actas del Cabildo del 5 de noviembre consta, para corroborar que dicha estancia y pernocta real se llevaron a cabo: “En este cabildo se ha hecho presente por el Sr. Alcalde primero Presidente, hallarse cumplido en todos sus extremos el contenido de los dos cabildos que anteceden, que tratan del recibimiento de Sus Majestades y Alteza Real y de S.A.R. el Sr. Duque de Angulema”. Iba acompañado el monarca de la reina consorte, aún sin descendencia, que he podido constatar que se trata de su tercera esposa, María Josefa Amalia de Sajonia (1803-1829). Veinte años tenía cuando estuvo en Bailén. Fue Reina consorte de España desde 1819 hasta su muerte.
El 7 de noviembre de 1823, cuatro días más tarde de la estancia de Fernando VII, el general Riego fue ahorcado en la Plaza de la Cebada de Madrid por orden real. El 7 de abril habían llegado a España los “Cien Mil Hijos de San Luis”, encabezados por el Duque de Angulema. La familia real se trasladó desde el 10 de abril y hasta el 11 de junio a Sevilla, posteriormente, hasta el 1 de octubre, permanecieron en Cádiz. El 3 de noviembre de 1823 fue la primera vez, que haya podido documentar, en que un Rey de España pernoctó en Bailén, Fernando VII y su esposa, procedentes de Cádiz y con destino a Madrid.
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1 de mayo de 1849 (M. de Haro) y 30 de abril-2 de mayo de 1849 (según Villar y Perea). A.R. la Infanta Doña Mª Luisa Fernanda de Borbón y Borbón-Dos Sicilias (1832-1897), infanta de España y duquesa de Montpensier por matrimonio, hija de Fernando VII y hermana de Isabel II. Realizó su visita con 17 años.
- Desde las 10:30 horas de la noche del día lunes 6 de octubre de 1862 y hasta el día siguiente. Su Majestad la Reina doña Isabel II (1830-1904) y Su Majestad el Rey consorte don Francisco de Asís de Borbón (1822-1902), su esposo. Está documentalmente verificado, demostrado y comprobado (Francisco María Tubino: Crónica del viaje de SSMM y AARR a las provincias andaluzas. Sevilla, 1863. Págs. 325-331; y otros muchos cronistas), que durmieron ambos monarcas en la Casa Palacio de Los Ponce de León. Previamente, el domingo 14 de septiembre de 1862, habían pasado por la villa en dirección al sur de Andalucía.
Fue la reina Isabel II la que donó durante su visita la estatua de la diosa romana Iberia, obra del escultor Sabino Medina y Peñas, en la Plaza General Castaños, que simboliza a la España Victoriosa y que fue esculpida en 1852. Asimismo, donó al pueblo de Bailén y a su cofradía un fino manto para Nuestra Excelsa Patrona la Virgen de Zocueca, hoy en mal estado de conservación, aunque bien custodiado para su protección, y un reloj de pedernal (sorteado, hoy propiedad de los descendientes de la familia Torres Castro).
Las autoridades correspondieron a la reina con «un rico estuche de palo de santo, que contenía una bandeja de plata y filigrana y un cantarito de plata dorado a fuego, que sujetaba entre hojas de laurel una bala de metralla» (texto de Manuel López Pérez). Dichos obsequios se conservan en el Palacio Real de Madrid. Aquella bala había sido conservada durante muchos años por María Josefa Malpesa, sobrina de la Culiancha.
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23 de abril de 1910. A.R. el Infante don Carlos de Borbón Dos-Sicilias (1870-1949, Duque de Calabria), casado en 1901 con la hermana mayor de Alfonso XIII. En 1907 volvió a casarse con Luisa de Orleans.
- 14 de enero de 1926. Su Majestad el Rey don Alfonso XIII visitó nuestra ciudad, pero por poco espacio de tiempo, en su visita a la provincia. Fue él quien concedió el título de Capitana Generala de los Ejércitos Españoles a la Virgen de Zocueca en 1925, un año antes de su paso por nuestra ciudad, distinción que aún ostenta.
El anterior monarca español, Su Majestad el Rey don Juan Carlos I, por más que no visitara nuestra ciudad en el año 2008, muchas han sido las ocasiones en las que ha pasado por nuestro término municipal. Hay quienes conservan fotografía de alguna estancia del padre del actual rey, sin la divisa de la oficialidad y sin el boato de un itinerario majestuoso, en el Café-Bar La flor de La Mancha, donde en el año del Bicentenario pudo contemplar Miguel Ángel Perea («El Rey vino a Bailén», Bailén Informativo, nº 99, octubre de 2008, página 20). Dicha imagen enmarcada, que presento a continuación, fue tomada en 1992 en el Restaurante El Cordobés, término municipal bailenense. Su Majestad procedía, según los protagonistas de tan inesperada visita, de Granada.
Aparte de las regias visitas, la Casa Palacio, como así recogen Juan José Villar y Miguel Ángel Perea en El castillo y fortaleza de la villa de Bailén (2007, capítulo de «Estancias y visitas ilustres en la Casa Castillo. Alojamientos»), fue testigo de continuas visitas o estancias de ilustres personalidades de la grandeza nobiliaria de España durante el siglo XIX: familiares y amigos del Ducado de Osuna como los Marqueses de Villafranca, Marqués de Alcañices, Duquesa de Gor, Duque de Noblejas, Duquesa de Abrantes, General Castaños (del 3 de mayo al 20 de junio de 1823, con 67 años, que hasta el 12 de junio de 1833 no sería nombrado I Duque de Bailén), Conde de Floridablanca (no se refiere a don José Moñino, I Conde, fallecido en 1808, sino, probablemente, a don Manuel Pando Fernández de Pinedo, esposo de doña María Vicenta Moñino, II Condesa de Floridablanca y sobrina de aquel. Habían contraído matrimonio en 1814, nueve años antes de su posible estancia en Bailén. La referida II Condesa, hija de Francisco Antonio Moñino, era sobrina de don José, célebre e influyente político español que no tuvo descendencia), General Riego (del 16 al 17 de septiembre de 1823, “entraba preso en Bailén […]. Casi parece seguro que Riego pasó aquella noche en los calabozos de la Casa Castillo de Bailén”, -Villar y Perea-), etcétera.
Otros ilustres hombres universales visitaron nuestra ciudad, caso de Niceto Alcalá Zamora (1877-1949, primer presidente de la Segunda República Española), o del excelente poeta Jorge Manrique (1440-1479), como ya escribí en La Batalla de Bailén en la Literatura Española (2003, Primer Premio del VI Certamen de Investigación Histórica «Jesús de Haro» de 2002), aunque no precisamente viniera don Jorge en son de paz, pues en 1475 participó en el saqueo de Bailén, en un conflicto del que tenemos pocas referencias con el conde de Cabra. Un año después, en 1476, moría su padre, al que le dedicó sus maravillosas «Coplas a la muerte del maestre don Rodrigo».
Con respecto a las cadenas, qué duda cabe que hubieron de estar necesariamente, en algún momento, colocadas, pues tanto en 1823 (Fernando VII y su consorte doña María Josefa Amalia de Sajonia) como en 1862 (Isabel II y su consorte don Francisco de Asís de Borbón) nos visitaron y durmieron en este milenario suelo cuatro reyes que he podido documentar que pernoctaron en tan ilustre morada donde hoy hay un colegio público. Descartados quedan los infantes e infantas, altezas reales…, algunos de los cuales llegaron a reinar, pero la condición sine qua non para la colocación de las cadenas en tan insigne portón es que pernoctaran en dicha casa siendo reyes, no habiéndolo sido o posteriormente llegándolo a ser.
Un rey aún esperamos que nos brinde su visita, siempre que el Gobierno de España así lo estime oportuno, pues el ordenamiento constitucional español establece que recaiga sobre el Consejo de Ministros y las diferentes instituciones del Estado la responsabilidad de, por un lado, rechazar, desestimar, contravenir o, por otro lado, decidir, aprobar, proponer y disponer las visitas oficiales de los miembros de la Casa Real como representación máxima de la nación española. Esperemos que, esta vez sí, ningún político local, provincial, regional o nacional se oponga, y todos rindan tributo a nuestra historia de Lealtad y Nobleza aquel imperecedero 1808. Su Majestad el Rey don Felipe VI saldará, de esta forma, una deuda pendiente con los bailenenses que a su regio padre algunos le impidieron llevar a efecto.
Con regia denominación conservamos el nombre de la Real Cofradía de Nuestra Señora de Zocueca, que otrora fuera Real Archicofradía.
Valga este trabajo que aquí concluye para solicitar al Instituto de Estudios Bailenenses, también, que tome la iniciativa de pedir los permisos oportunos a la Delegación de Educación o a la Junta de Andalucía, con la colaboración de nuestro Excelentísimo Ayuntamiento, para que vuelvan a lucir las egregias cadenas en la puerta de la Casa Palacio (Cuesta de Jesús) o en el lugar donde estuvo dicha morada (Colegio El Castillo), como férreos y metálicos testimonios de nuestra historia, historia que sucumbirá si no escudriñamos en sus entrañas.
Francisco Antonio Linares Lucena.
Bailén, 22 de septiembre de 2014.
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