Abundantísima y copiosa información podemos extraer de la reciente publicación titulada Edición facsimilar digitalizada de la Relación o matrícula de todos los vecinos de esta villa de Baylén (1764) [Sección Nobleza del Archivo Histórico Nacional -Toledo-, Osuna, legajo 3476, doc. 1.], Bailén, 2014, que ha sido generosamente digitalizada y editada por mis alumnos Estefanía Aguilar, Laura Anula, Sergio Criado, Mari Carmen Díaz, María Garzón, Lorena González, Eva Guerrero, Belén Jiménez, Valentina Jiménez, Rubén Jiménez, Montse López, Martín Marín, Mari Paz Medina, Celia Navas, Itzíar Pardo, Lorena Pérez, Miguel Ángel Torres y Laura Valverde, más un servidor. Dicha publicación, que puede descargarse gratuitamente en el siguiente enlace, http://books.google.co.uk/books?id=7mCKAwAAQBAJ&printsec=frontcover&hl=es&source=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f=false, y junto a la cual se incluía la obra de Juan José Villar Lijarcio La villa de Bailén durante el siglo XVIII: http://books.google.co.uk/books?id=8WGKAwAAQBAJ&pg=PA27&dq=villar+lijarcio&hl=es&sa=X&ei=mQatU6eBL8Wd0QXMtoCQCA&ved=0CCEQ6AEwAA#v=onepage&q&f=false, nos puede servir, y ya lo apunté, para conocer muchísimos aspectos de aquellos bailenenses de 1764.

Portada del libro «Un viaje cartográfico y documental al Bailén antiguo»

En este primer acercamiento, he seleccionado los distintos apellidos de los bailenenses en ese año de la segunda mitad del siglo XVIII, elemento indispensable para quienes andan elaborando un árbol genealógico familiar, para quienes estudian la procedencia de los apellidos que hoy conforman el censo o padrón bailenense, quienes desean constatar los más genuinos, antiguos y autóctonos apellidos locales, etc. Ya dije en mi libro de reciente aparición, Un viaje cartográfico y documental al Bailén antiguo, que conformaban la municipalidad bailenense unos 2.500 habitantes que habitaban unas 600 viviendas repartidas por calles.

1. Apellidos bailenenses registrados en 1764.

 317 apellidos son los que he podido registrar en la obra citada. Muchos de ellos no han llegado en nuestra localidad hasta la actualidad, no el apellido como tal, pero sí los genes en su procreación familiar. Habida cuenta de que el primer apellido de la mujer se convertía en el segundo de sus descendientes, a veces, ha desaparecido su referencia nominal. Hemos de tener presente, además, que de los sirvientes, mozos, criados y criadas que aparecen en el libro no consta apellidos ni nombres, por lo que no podemos saber a ciencia cierta si hay que añadir alguno más. Hay cuatro que constan como de procedencia francesa, pues eran gentes que inmigraron a Bailén: De Ber, ¿Siado?, Galey (primer Galey que llegó a Bailén, del que derivan probablemente todos sus descendientes actuales) y Dumel.

Querido y paciente lector, atiende a las siguientes orientaciones:

– Si tus actuales apellidos no constan en el listado, no significa que no puedas demostrar tu bailenensismo en 1764, piensa que son 8 las generaciones que aproximadamente hay entre 1764 y 2014, por lo que al apellido de tus cuatro abuelos, ocho bisabuelos, dieciséis tatarabuelos… hay que sumarles muchos que tal vez desconozcas que te pertenecen en tu genealogía personal.

– Para elaborar tu árbol genealógico, lo más antiguo que había en Bailén para documentarse era un Padrón de habitantes de 1859 (Archivo Municipal), donde puedes remontarte al conocimiento de tus orígenes. Ahora bien, si alcanzas el siglo XVIII, las obras citadas son indispensables, pues aparecen los nombres y apellidos de los lugareños, su oficio y, muy importante, la calle y casa donde moraban. Hay quienes hoy día viven en la misma casa que tuvieron sus antepasados en 1764.

– De las familias humildes, el 90 %, solo aparece el primer apellido del marido y esposa, mientras que de los hacendados y grandes propietarios aparecen los dos apellidos.

– Para poner un ejemplo práctico, ya que en la elaboración de mi árbol genealógico familiar he llegado hasta 1795, he podido documentar al primer Linares y al primer Lucena de 1764, de los que desciendo, pero en igualdad de condiciones, aunque hoy no sean mis apellidos oficiales, también son mis apellidos genealógicos Fernández, Ochoa, Sanfausta, Soriano, Merlo, Cañizares, Díaz, Roque, López, Soria, Gámez… Si hiciésemos como los vascos, que mantienen otros apellidos, aparte del primero paterno y materno, mi ejemplo particular sería que me llamo, por este orden: Francisco Antonio Linares Lucena Soriano Fernández Santafausta Merlo Gámez Cañizares, por poner solo los ocho primeros.

Paso a enumerar, con la grafía normativa actual, los 317 apellidos que nuestros antepasados tenían en aquel Bailén de 1764:

Os invito a conocer nuestro pasado, no solo como aspiración, sino como homenaje a aquellos lugareños, pobres gentes que con sus miserias y sufrimientos fueron capaces de darnos vida. Va por ellos.

Bailén, 27 de junio de 2014.

Francisco Antonio Linares Lucena