Aunque la conciencia cívica de la inmensa mayoría de los bailenenses es palpable, el mal comportamiento y los actos de vandalismo de otros dejan al descubierto un auténtico problema en cuanto al mobiliario municipal de la localidad, dejando en el aire esa frase que todo bailenense ha oído (o pronunciado): «para qué van a poner esto, si mañana lo van a romper».

La última semana es claro ejemplo de ello: este martes han «arrancado, pisoteado y quemado» una de las grandes lonas que se habían colocado en el Museo de la Batalla de Bailén; un acto de promoción turística que ha acabado, literalmente, por los suelos y lejos de su emplazamiento: aparecía tirada en la calle San Nicasio. Según cuentan desde el propio consistorio, en menos de dos semanas también se ha arrancado por segunda vez el cartel de los horarios de visita del centro museístico. «Si queremos mejorar nuestro pueblo y atraer al turismo a través de la gestión cultural, estos actos no pueden repetirse», aseguran desde el ayuntamiento, para añadir que «es un compromiso de todos».

Se da la circunstancia de que unos días antes, uno de los grandes maceteros instalados en la plaza de la Constitución, como muestra y bandera de un pueblo alfarero, también aparecía destrozado a primera hora de la mañana.