Se suelen quejar los administradores públicos de que los medios de comunicación no cuentan las cosas que sí se hacen bien. La verdad es que su deber es conseguir que su gestión se ajuste a las necesidades de los vecinos y que no generen más problemas con las soluciones que pongan en marcha. No es este el caso. Se ha tardado años pero al final se ha conseguido. Así que puestos a señalar, que si hay cosas que no son noticia es porque han dejado de ser una molestia ciudadana, y me refiero a la campaña de aceituna de este año (ya prácticamente finalizada) y que ha sido la primera en la que no hemos tenido que sufrir el enorme trasiego de tractores y demás vehículos agrícolas por el centro de Bailén. Denso tráfico pesado para acudir a la almazara de la Virgen de Zocueca, la cooperativa del Barrio Nuevo, que por fin ha desaparecido. Era un gusto cómo los niños iban a la escuela sin tener que sortear, de manera harto peligrosa, tractores y lanrroveres en el cruce de la calle Ancha. Llama la atención, hoy en día y a estas alturas del año, lo limpia que está la calle. Sin pegotes de barro y de chorreones de alpechín de las cisternas que iban y venían en plena faena recolectora. Por fin todas las almazaras están fuera del casco urbano de la ciudad y eso se nota y quiero anotarlo en este diario de Bailén. Alguien se debe poner esa medalla porque los vecinos se han librado de los malos olores del trasiego propio de los molinos y de los ruidos de las maquinarias molturando y de los motores de los yondires y pascualines.

Ya era hora de que eso ocurriera, como también es hora de que se arreglen los semáforos en la zona para que no sean nunca noticia. Porque si alguna vez salen en los periódicos será en la sección de sucesos.