Seguro que muchos de vosotros os habéis preguntado, tal y como hago yo a diario, ¿por qué la gasolina es más cara en Bailén que en los pueblos de los alrededores? Desconozco la respuesta pero es fácilmente comprobable constatar cómo los surtidores de Bailén te cobran entre tres o cuatro céntimos de euros más por litro, que en las gasolineras de ciudades vecinas.

Confieso que desconozco la estrategia comercial de las petroleras en la ciudad de Bailén, pero no creo que esté argumentada en la existencia de un numeroso parque de vehículos pesados que ahora está, prácticamente detenido, por la hondura de la crisis económica que nos azota.

También es probable que yo sea un ignorante y no me haya dado cuenta de que los precios son los que tienen que ser gracias a la fuerte demanda de combustible que tienen los camioneros bailenenses. Puede que no tenga en cuenta la actividad febril de retroexcavadoras y bulldozers en los barreros. Que no haya estimado a los cientos de tractores y pasqualis que trasiegan por los caminos quemando diesel a tutiplén. Que me haya olvidado de los cientos de motillos y coches particulares yendo y viniendo de aquí para allá.

Puede que esté equivocado y que la ley de la oferta y la demanda sea la que funciona en la venta de gasolinas en Bailén y por eso los precios son los que son. Y sabéis lo que os digo, que ojalá me equivocara de verdad.