Era casi de esperar y el Autoescuela R. Guerrero Bm. Bailén caía derrotado en su cancha ante el líder de la categoría, el Gaes Maristas Málaga. El “28 de Febrero” se vestía de fiesta para acoger la presentación de las distintas categorías del club, sin embargo la fiesta no pudo acabar con victoria.

El pistoletazo no fue nada esperanzador para los locales, pues en apenas un suspiro, en los diez primeros minutos del choque, el Gaes Maristas Málaga rompía el juego con una diferencia de cinco goles, merced a un ataque explosivo, una defensa férrea y una portería sobria. Mientras tanto los bailenenses intentaban sofocar como podían los embates de la sensacional primera línea malagueña y lidiar contra una defensa que basculaba mucho y donde la única vía se encontró en los extremos.

En los últimos minutos de la primera parte hubo mejoría del Autoesc. R. Guerrero Bm. Bailén que, aun no jugando bien, como mal menor evitó que el partido acabase prematuramente, yéndose al intermedio con un desfavorable 10 a 14.

La segunda mitad fue totalmente diferente con treinta minutos de gran juego por parte bailenense, en los que se tuteó al líder. La identificable apatía malagueña cifrada en dejarlo todo en manos de su primera línea, fue tornando a desesperación. La defensa local empezaba a funcionar y la portería era decisiva. Mientras tanto en el ataque el balón fluía con rapidez y la renta de dos o tres goles para los visitantes fue la tónica de la segunda parte.

Pero los bailenenses le dieron una vuelta de tuerca más, intensificando la defensa y siendo más incisivos en ataque donde se lograron goles de bella factura. Con esa racha y los malagueños muy espesos, insistiendo en la calidad de su primera línea, sorprendiendo en un equipo de este calibre que apenas jugaran con los extremos y que sólo filtraran dos balones al pivote en todo el encuentro, llegaría el empate en el luminoso, 25 a 25 a cinco minutos del final, algo que se sospechaba tal y como iban evolucionando los acontecimientos.

El líder estaba contra las cuerdas y el técnico malagueño tuvo que pedir tiempo muerto ante la situación tan complicada que se había presentado, con las alarmas sonando, con los locales dándolo todo y ofreciendo un maravilloso espectáculo.

Maristas Málaga fue fiel a sus principios y le dio la pelota a sus laterales que cumplirían su cometido, y al Autoesc. R.Guerrero le pudo la presión y tal vez el cansancio por el derroche físico experimentado, y el líder respiró, al final 27 a 29.

La jornada terminó con una cena de confraternización de esta entidad celebrada en el Hotel Salvador, donde se rindió homenaje a Reyes Guerrero y a José Antonio Aguilar, este último recibió la insignia de oro del club, máximo reconocimiento que otorga Bm. Bailén.